Accesibles para cualquiera. Así deberían ser las ciudades, pero no siempre lo son.
Lo sufren en primera persona quienes tienen algún tipo de discapacidad (cerca de 3,9 millones de personas en España). Se han ido eliminando multitud de barreras arquitectónicas intentando alcanzar la accesibilidad universal, aunque todavía queda mucho por hacer.
Así lo ha comprobado EROSKI CONSUMER en una investigación realizada sobre la accesibilidad de las instituciones públicas de 18 ciudades de todo España para las personas que se mueven en silla de ruedas y las que tienen una discapacidad auditiva y visual.
Los técnicos de EROSKI CONSUMER, que han contado con valiosa colaboración de numerosas organizaciones de usuarios con discapacidad, acompañados de una persona en silla de ruedas, otra invidente y otra sorda visitaron en el mes de febrero tres edificios públicos en cada una de estas ciudades: A Coruña, Alicante, Barcelona, Bilbao, Cádiz, Córdoba, Granada, Madrid, Málaga, Murcia, Oviedo, Pamplona, San Sebastián, Sevilla, Valencia, Valladolid, Vitoria y Zaragoza.
La visita consistía en comprobar el nivel de accesibilidad de un edificio municipal, las consultas externas de un hospital y una estación de tren de la siguiente forma: primero se realizaba un pequeño recorrido de cinco minutos hasta el inmueble comprobando si este itinerario era accesible y después se entraba en el edificio y se analizaba la entrada y las instalaciones interiores, aseos incluidos.
La valoración global es de un ajustado aprobado: 13 capitales de las 18 estudiadas se quedan en esa nota y solo Córdoba, Málaga y Valladolid aprueban el examen con un holgado 'bien'. Alicante y San Sebastián lo suspenden con un 'regular'. La conclusión más evidente del informe es que, en los últimos años, las ciudades se han esforzado más por adaptarse a las necesidades de las personas en silla de ruedas (la nota media de las 18 ciudades es un 'bien') que en las que requieren los discapacitados visuales (nota media 'aceptable') y, particularmente, la personas con discapacidad auditiva (valoración media 'regular'). En la prueba relativa a las personas en silla de ruedas, ninguna de las 18 ciudades de la muestra suspende el examen propuesto por la revista.
Los invidentes lo tienen peor que quienes se desplazan por la ciudad en silla de ruedas, ya que se encuentran con más dificultades para llevar una vida normal y hacer las gestiones oportunas en estos tres edificios, tal y como lo ratifica la nota media de 'aceptable'.
Especialmente debido a la falta de información en braille y elementos sonoros que ayuden a la orientación de estas personas. En este caso, los suspensos entre las ciudades analizadas son numerosos.
Las personas con discapacidad auditiva son las que peor lo tienen por la falta de medidas de accesibilidad. La nota media es un suspenso ('regular'). Sin embargo, hay excepciones: la mejor ciudad es Málaga ('muy bien'), ejemplo de accesibilidad para personas sordas.
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