La sordera es la pérdida total de la audición. La deficiencia en el oído es tan severa que las personas no tienen la capacidad de oír y entender palabras aún cuando los sonidos se amplifiquen.
El proceso por el cual oímos es extremadamente complejo y los elementos que intervienen en él son delicados. El sonido tiene que realizar un largo recorrido desde que se produce hasta que llega al centro auditivo, situado en la parte anterior de nuestro cerebro.
El oído externo es el que capta el sonido, que llega al conducto auditivo y de ahí al tímpano, la cadena de huesecillos, situada en el oído medio, conduce las ondas sonoras hasta la ventana oval, desde donde pasan al caracol (en el oído interno), donde se encuentran las células sensoriales que transforman el sonido en impulsos nerviosos. Éstos son conducidos, mediante el nervio auditivo, hasta el cerebro. Si un eslabón de esta cadena no cumple su función, total o parcialmente, se producen pérdidas auditivas más o menos importantes.
¿Cuáles son sus causas?
Los motivos por los cuales una persona puede ser sorda se gestan en tres instancias: durante el embarazo, por factores hereditarios, medicamentos ototóxicos, enfermedades de tipo vírico (rubéola, toxoplasmosis, sífilis, herpes, etc.); en el parto, por sufrimiento fetal, incompatibilidad RH, partos difíciles y prolongados, prematuridad (bebes con peso inferior a los 1.500 gr.), entre otros o después del nacimiento por otitis, paperas, sarampión, meningitis.
Los motivos por los cuales una persona puede ser sorda se gestan en tres instancias: durante el embarazo, por factores hereditarios, medicamentos ototóxicos, enfermedades de tipo vírico (rubéola, toxoplasmosis, sífilis, herpes, etc.); en el parto, por sufrimiento fetal, incompatibilidad RH, partos difíciles y prolongados, prematuridad (bebes con peso inferior a los 1.500 gr.), entre otros o después del nacimiento por otitis, paperas, sarampión, meningitis.
¿Puede hacere un diagnóstico precoz?
Para la detección temprana de daños auditivos adquiridos o congénitos, en los lactantes existen dos caminos: puede hacer una ejecución de exámenes auditivos en los recién nacidos durante los primeros días de vida o realizar una indicación a las madres para que observen atentamente las reacciones auditivas de su bebé.
En ese marco:
De cero a seis meses
* Es un bebé demasiado tranquilo, no se altera con nada, no se sorprende ni pestañea frente a sonido inesperados o prolongados.
* Es un bebé demasiado tranquilo, no se altera con nada, no se sorprende ni pestañea frente a sonido inesperados o prolongados.
* No le tranquiliza la voz materna ni sonríe al escucharla.
* No gira la cabeza cuando se le habla desde un lateral, ni busca con la mirada de donde proviene la voz.
* No emite sonidos guturales para llamar la atención.
De seis a 12 meses
* No juega con sus vocalizaciones, imitando las del adulto.
De seis a 12 meses
* No juega con sus vocalizaciones, imitando las del adulto.
* No entiende una negación o un "adiós", a menos que por un gesto indicativo.
De 12 a 18 meses
* No dice "papá" ni "mamá".
De 12 a 18 meses
* No dice "papá" ni "mamá".
* No señala objetos y personas conocidas cuando se le nombran.
* No nombra objetos que le son familiares.
De 18 a 24 meses
* No presta atención a los cuentos.
De 18 a 24 meses
* No presta atención a los cuentos.
* No comprende órdenes sencillas que no vayan acompañadas de gestos.
* No identifica su nombre.
* No hace frases de dos palabras.
A los tres años
* No se le entienden las palabras que dice.
A los tres años
* No se le entienden las palabras que dice.
* No repite frases.
* No contesta a preguntas sencillas.
A los cuatro años:
* No sabe contar lo que pasa.
A los cuatro años:
* No sabe contar lo que pasa.
* No es capaz de mantener una conversación sencilla.
* Es un niño distraído que se retrasa en sus aprendizajes.
Detectar a tiempo una sordera permitirá proporcionar al niño las ayudas médicas, técnicas y educativas necesarias para que pueda desarrollarse con normalidad.
Si una sordera se detecta a tiempo favorecerá el desarrollo del lenguaje, facilitará el aprendizaje y el acceso a la información, reducirá los problemas de comunicación y de relación interpersonal.
Fuente: Cilsa.org
Detectar a tiempo una sordera permitirá proporcionar al niño las ayudas médicas, técnicas y educativas necesarias para que pueda desarrollarse con normalidad.
Si una sordera se detecta a tiempo favorecerá el desarrollo del lenguaje, facilitará el aprendizaje y el acceso a la información, reducirá los problemas de comunicación y de relación interpersonal.
Fuente: Cilsa.org
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